“Nadie, excepto un profesional de la muerte, hubiera podido adivinar que ese hombre miope, apacible, apenas un profesor jubilado con un sombrero de paja, que discurría entre la muchedumbre de la estación ferroviaria, era Neurus o Esteban, el jefe de inteligencia de Montoneros”. Así comienza “El camino de Rodolfo Walsh”, una semblanza del autor de ¿Quién mató a Rosendo?, firmada por el escritor y periodista Miguel Bonasso.
El nombre del “Jefe de Inteligencia de Montoneros” Rodolfo Walsh resonó fuerte hace unos días entre los y las agentes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). El 27 de agosto pasado fue un día fuera de lo común para algunos espías. No para todos: unos 600 agentes que revistan en un área de inteligencia de la AFI- sin distinción de categorías o funciones- fueron sometidos a una evaluación por parte de las autoridades encabezadas por Cristina Caamaño.
Los que tuvieron que contestar unas 50 preguntas fueron algunos de los que ingresaron a La Casa de 25 de mayo 11 antes del 10 de diciembre de 2019. De ese modo personal con más de 20 años de antigüedad, que ingresó bajo los gobiernos de Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri, tuvo que superar un examen que combinó preguntas de interés general y de cuestiones de inteligencia.